en Smoke Selling, Televisión

¡Ponga un polí­grafo en su vida!

"¡Miente, Pinocho, miente!"… así decía aquel chiste, y si en lugar de nariz a Pinocho le hubieran puesto un polígrafo de bolsillo en su carcasa de madera la protagonista de la historieta probablemente nunca habría llegado al clímax… Pinocho

¿Cómo funciona? Básicamente, podemos decir que un cerebro humano reacciona de forma autónoma e involuntaria ante cualquier estímulo, de forma que cuando una persona miente, se producen en ella reacciones fisiológicas y emocionales que no se pueden dominar. La presión sanguínea, la respiración y la conductividad eléctrica de la piel delatan al mentiroso, que verá cómo sus reacciones van quedando registradas en una larga tira de papel que el sabio de turno sabrá interpretar.

 El técnico va haciendo las preguntas, y debe hacerlo de forma muy aséptica, alternando las cuentiones interesantes de verdad con otras "de control" del estilo de "¿tienes carnet de conducir?" o "¿cuánto son 3×2?" (los cálculos matemáticos, al parecer, son muy similares a una mentira en el polígrafo…). Su efectividad es bastante alta al parecer, pero bueno, no es infalible, falla… o se le engaña…

De todas formas, aunque el polígrafo no sea tan viejo como para ser parte de nuestra tradición popular, o de los cuentos de Andersen o esas cosas, este lindo aparatito ya es parte de nuestra cultura televisiva, y más que nunca en estos tiempos. ¡Qué mayor prueba que aparecer en un capítulo de Los Simpson (si no te hacen la parodia es que no existes)…

Pero pocas cosas son nuevas bajo el Sol. Oh sí, todos recordamos sin duda a Julián Lago y su mítica "máquina de la verdad". Aquella coletilla de "no me conteste ahora, hágalo después de la publicidad" nos hizo pasar grandes momentos. Personalmente nunca podré olvidar las mentiras de aquel Antonio Guerra (el hermanísimo) sobre los fondos que se había metido en la buchaca, ohhh, y Don Jesús Gil y Gil… ¡qué risa!. Aquel programa fue un gran éxito, y encima trataban temas de interés, cosas serias dentro de lo que cabe y tal… 

Alicia Senovilla también hizo sus pinitos con "La hora de la verdad", algo más del estilo del Diario de Patricia, más cutre, y una clara tendencia a la "chabacanización". Al menos, que yo recuerde, duró poco.  

Aquellos viejos tiempos, señores, se han terminado. Cierto es que en aquella primera época la programación de Tele5 alternaba La Máquina de la Verdad con VIP Noche y la Plaza Mamachicho, pero ahora todo eso se ha mezclado para convertirse en Dolce Vita, En Antena y Dios sabe cuántos programas más que tienen su polígrafo (con técnico titulado incluído) en plantilla. Como dijo Ángel Martín en "Sé lo que hicísteis la última semana" ¡ahora la novedad es no tenerlo!.

Y de esta forma gente como Pocholo nos regalan con increíbles momentos de TV, en este caso con Jaime Cantizano en A3…

Y, cómo no, hay que mencionar los maravillosos montajes en los que participa Santi Acosta en Tele5, que por su calidad recuerdan a las mejores películas de serie B de los años setenta.   

Un último regalo, oh sí, es la máquina de Leticia Sabater, con una eficacia del 80% y más luces que un árbol de Navidad. Que lo disfrutéis, no tiene precio. 

 

Edito y pongo el vídeo que ha puesto Tenen en los comentarios, de Moe en el detector de mentiras…

 

 

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Comentario

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  1. De los Simpsons, también es imperdible la prueba que le hacen a Moe con el detector de mentiras. Incluso, creo que es más graciosa.